Parecían no ser más que un simple grupo de saqueadores, y deberían haber quedado como una simple anécdota sin la mas mínima importancia para esta historia; pero por desgracia nosotros tuvimos que sufrir por los intereses de otros pueblos. Según las cosas que escucho y creyó entender Magmar de ese extraño idioma cuando guió a los visitantes a su tierra, eran un grupo de marinos que respondían al mismo señor que nuestros visitantes, pero la adicción por la comida, y en especial por los platos exóticos, de su líder, un hombre sumamente gordo, tan gordo que un rumor aseguraba que tenia un esclavo para que sostuviese la panza, llamado Caeso, y apodado por nosotros como Caeso el Gordo, llevo a que fueran convertidos en motivo de burla. Entre los nobles de su pueblo parece que la glotonería era algo común -incluso según Magmar inducían el vomito para poder seguir comiendo- , sin embargo Caeso llevaba todo tan al extremo que comía constantemente. La situación llego al extremo, cuando durante una fiesta sus amigos intentaron disuadirlo de que comiera, cosa que interpreto como un insulto y juro venganza. Al día siguiente, todos los invitados a la fiesta estaban muertos, aparentemente envenenados, y rápidamente él fue el principal sospechoso. Ante esta situación, el gobernante de esa región lo envió a explorar tierras lejanas, para no tener que ejecutarlo; y desde entonces viajaba por cualquier lugar donde se dijera que había riquezas y comida.
Según parece, se enteró de que unos "marineros perdidos" habían sido recibidos con gran hospitalidad por los "habitantes de zonas boreales", e interpretaron hospitalidad como pasividad. Por algunas cosas de las que fui sabiendo me cuesta creer esa historia, y sospecho que o Magmar entendio cualquier cosa o se invento todo. Otra posibilidad es que fuera alguna clase de coartada ingeniada por Caeso. Fuera como fuera, pobres de ellos, al llegar eran 70 guerreros, repartidos en cinco barcos, pero apenas tres días mas tarde de su primer ataque, solo quedaban 13 y dos barcos, como resultados de las consecutivas derrotas que sufrían de isla en isla, y finalmente se arriesgaron a intentar un ultimo ataque en la Isla Berserker, lugar en donde nadie se apiado de ellos, pero en donde las cosas salieron como Caeso las planeo. Con la única intención de interrogarlo lo dejaron vivir, y él siguiendo con su plan decidió engañar a los berserkers.
En ese momento, el pueblo de dicha isla le reclamaba tres cosas a Einar el Sanguinario. Uno, masacrar Berk, dos, invadir el resto del archipiélago y tres, que concretara su matrimonio con Gerda la Cruel, con quien mantenía un romance, y estaba por casarse antes de que sus tropas fueran derrotadas por nuestro pueblo. A partir de esa derrota, se obsesionó con crear las armas mas poderosas que el mundo haya visto -pero todas estas eran un fracaso tras otro- y se aisló de todos sus amigos y familiares, incluida Gerda. Esta situación era conocida por Caeso, quien intento aprovecharla para su beneficio propio diciendo que eran mercenarios contratados por Berk para tomar a Gerda de rehén, y mantener a los Berserkers controlados. Al escuchar esta mentira, Einar la reconoció como tal, pero en medio del fervor de su pueblo, supo aprovecharla para su beneficio personal, anunciando su inmediato matrimonio y la preparación del ataque a Berk, y el resto del archipiélago, y tomando a Caeso como consejero.
Mientras todo esto ocurría, en Berk casi todo había vuelto a la normalidad. Lo único diferente era que ahora todos estábamos preparados para pelear, entrenándonos para luchar a puño limpio, o con cualquier arma y siguiendo el programa Hofferson. Otro cambio importante fue que los Jorgenson, a raíz de su participación clave durante el intento de invasión Berserker, comenzaron a ejercitarse diariamente, y en algunos casos parecían intentar superar a los Hofferson, como si esa antigua rivalidad entre ambas familias, fuera ahora una simple competencia. Sin embargo la mayoría de los Jorgenson pasaron a preocuparse mas por el físico que el cerebro, y en eso se diferenciaba notablemente Engla. Como si a ella no le importase demasiado esa competencia (a la que tildaba de boba), Engla no se exigía tanto, y prefería combinar la fuerza y habilidad física, con la inteligencia y estrategia, llegando a vencer a enemigos mucho mas fuertes que ella sin demasiado esfuerzo, al aprovechar la fuerza de sus propios enemigos. Pero dejando de lado las historias sobre como mi esposa -si, algunos años mas tarde me case con Engla, pero para eso todavía falta- se convirtió en la gran guerrera que es hoy en día, yo estaba en la cima de la montaña, dentro de la cual esta el gran salón, planeando la construcción de un puesto de vigilancia, cuando de repente escuché que alguien me buscaba. Baje lo mas rápido que pude y me encontré que era el pequeño Mildew, quien me dijo que había unos viajeros en el muelle que querían hablar conmigo.
Esos viajeros venían desde la Isla de Knaff trayendo la noticia de que los merodeadores liderados por Caeso el Gordo, habían intentado saquear la isla Berserker, operación que supusieron había fracasado, pero luego de la cual, se vio movimiento raro en la isla. Ante esto, les pregunte como tenían la información (ya que entre cada isla hay una distancia de casi medio archipiélago, es más, la isla de Knaff ni siquiera esta en el Archipiélago Barbarico, sino que es una de las islas del oeste) y me explicaron que estaban siguiendo a los merodeadores, luego de que estos atacaran a un barco perteneciente a uno de sus mercaderes. Ahora, sabiendo que algo pasaba en el la isla Berserker, teníamos que saber que era, y estar preparados, pero en los días que siguieron, se pudo ver muchos drakkars berserkers navegando en zonas habitadas únicamente por dragones, y para que lo hacían era algo tan cruel, que no se nos habría ocurrido ni en nuestras peores pesadillas.