Wikia Cómo Entrenar a tu Dragón Fanon
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Bien, las lluvias de Junio son algo fuertes por aquí, en pleno tormenton, Apolo nos convocó a junta, en parte, para evitar que las inundaciones de las cabañas afectaran a los residentes, el lugar estaba supongo que, bien, pozos de agua estaban iluminados con luxcuartz, en el centro, una mesa con un planisferio gigante, las paredes semiazules de piedra resaltaban con el rojo de la lava y el verde de las plantas, varias sillas rodeaban la mesa, todo estaba iluminado por enormes ventanales y muchas estanterías plagadas de libros sobre estrategia y geografía rodeaban un muro, había mapas por aquí mapas por allá y códices por todos lados, ah, y claro, los símbolos de cada uno, transforme a Niebla en serpiente de cascabel y me la lleve en el cuello, al entrar, ya se sentía el aire a discusión, acompañado de uno que otro grito, la acalorada sesión se cerro cuando Apolo ideó un plan un tanto, emm..., riesgoso, veras, los mejores ingenieros de la armada macrófaga se encuentran el el Instituto Macrófago de Interinsula, una archipiélago con islas con clima frío-templado, con bosques similares a los de Finlandia, bueno, se debe a que Interinsula es un archipiélago finés y, ya sabes, este país fue conquistado en la Guerra de Laponia en 1945, la enorme cantidad de bosques, hierro y metales, propicia una armada única y especial, pues combina muchos materiales poco costosos de la antigüedad con pocos materiales muy costosos de la modernidad, es por ello que la tecnología macrófaga cumple con las 3 B: Bueno, Bonito y Barato (expresión mexicana).

Dejando un rato el tema político (y el hecho de que Hans no me a hablado en 2 semanas y me empezaba a sentir mal), este noche ocurrió algo, inesperado, terminaba de servir la cena en el salón central, y, entre la noche lluviosa, escuché a alguien tocar las puertas, abrí, era un chico de tez pálida y grisácea, su pelo era negro, con un declive natural al morado, sus ojos eran color champagne, su cuerpo algo delgado traía una camisa púrpura con detalles dorados y una sudadera de un color vino tinto muy opaco, sus jeans estaban desgastados y negros, sus tenis eran unos converse muy, pero muy desgastados, su postura era algo encorvada, como si quisiera esconderse, sin embargo, su mirada era algo intimidante, como si estuviera apunto de hacer estallar una pelea

-Emm... hola, mi nombre es Leo Vilcic- dijo con un acento croata, Apolo apareció detrás de mi -Y, bueno, ya había llegado a la isla, pero, bueno... saben... es... algo dificil de explicar y-

-Mi cielo, ¿podrías ir al grano?- le pregunté dulcemente

-Si, bueno, es que me preguntaba si... ¿es demasiado tarde para inscribirse?- dijo con las manos en sus bolsillos, yo reí un poco

-No corazón, para nada, hay sopa caliente en la olla- su estomago gruñó -Debes estar hambriento como para soportar dos semanas sin una dieta correcta, entra mi cielo-

-Pero, hay algo que sepas...- mi hermano analizó con una mirada crítica a Leo, el trago saliva -Soy hijo de Eris- me sorprendí, como bien sabes, Eris es la diosa de la discordia y el odio, de hecho, por ella se originó la guerra de Troya, Apolo me apartó y cerró la puerta

-¿Qué te pasa?- reclamé molesto

-Es un hijo de Eris- contestó

-¿Y? ¿Eso que?-

-¡¿CÓMO QUE Y ESO QUÉ?! Nuestros lazos no son solidos del todo, un chico de esa naturaleza puede ser nuestra perdición, además, ¿Cómo sabes si no es un macrófago en cubierta?-

-Por que a mi no se me puede mentir-

-Aún así, mi palabra es no-

-Pero...-

-¿A caso estas dudando de mi palabra?- dijo, su voz se volvió más grave e intimidante, mi ego (que ya estaba bajo) llego al subsuelo, pero, tan solo recordar la imagen de aquel pobre joven desgastado hizo que un fuego salvaje se encendiera en mi

-Me valen tres hectáreas de verg@ tu palabra- dije, en eso abrí la puerta, el chico ya se había apartado bastante, lo veía marcharse entre la lluvia, con la tristeza en la mente, esa imagen me rompió el corazón

-¡Mi cielo!- le grité, el volteó con una mirada melancólica -¡Te dije que había sopa caliente, toma tu plato!- sus ojos se iluminaron y una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro, el entro, algo mojado, le tendí una toalla mientras lo conducía hacia el salón central, mi hermano me lanzó una fulminante mirada, ¿mi respuesta? levantarle el dedo medio

-Te vas a meter en problemas- me dijo

-¿Por?-

-No le agradó a tu hermano-

-Ñah, no te preocupes mijo, todo estará bien- le dije

-Gracias, de verdad-

-No hay de que- entonces reaccione, ¡No mames! (No mames: expresión mexicana para decir "no inventes", o sea, para exclamar), ¡nunca le había desafiado de esa forma a mi hermano! me quede impactado, me sentía "la patrona del lugar", pero, me dije que no volvería a pasar, el chico era más alto que yo (rayos, medio mundo es más alto que yo), al llegar al salón central, se sorprendió de tanta gente

-No recuerdo haber convivido con tantas personas-

-Te acostumbraras-

-¿Eres hijo indirecto de Hestia o Hera?- preguntó

-No, soy de riita, pero, también mexicano-

-A, entonces de Chantico-

-No, soy de Quetzalcóatl-

-¿Tienes alguna bendición o marca de ella?- siguió insistiendo

-No, solo de Coatlicue, Meztli, Patécatl, Xochipilli, Mayahuel, Malinalxóchitl y Xipe Totéc-

-Qué extraño-

-¿Por qué lo dices?- pregunté

-Por que tienes muchas características en común con ella- me sonrojé un poco, veras, Chantico es la diosa del fuego, los volcanes, los tesoros personales, las llamas de la pasión del alma y el hogar, además, del calor que mantenía con vida a la tierra y la que hacía madurar a los frutos, crías e hijos, era aquella que mantenía a la familia unida y la encargada de mantener el fuego del hogar vivo, así que, eso era un elogio, pero, no, no tengo alguna conexión con ella.

Le serví el plato, el se acomodó en un rincón oscuro y solitario, bebió la sopa como bestia, como sea, tras leer sus recuerdos, me fui un rato para registrar sus datos, empecé un retrato nuevo, anoté los datos y, cuando regresé, había empezado una pelea, entre el relajo, vi a Abdel Turan (Iraní, hijo de Erra) a punto de destruir a golpes a Leo, entre a la escena, roté mi brazo de tal forma que dibujé en el aire (literal) un escudo rápido, en el centro tenía un ojo y en el borde del escudo tenia grabadas runas riitas, justo cuando Abdel golpeo el escudo, el artefacto explotó en una ráfaga color blanco, todos pararon, a pesar de Abdel seguía gruñendo, retrocedió, levanté con mi mano a Leo

-¡¿Qué paso aquí?!- grité, en eso, con paso lento y pesado, se acercó Amy Butterfly, una chica de Guayana, hija de Itzpapalotl, diosa mexica de la obsidiana y el castigo

-Te diré que pasa aquí, es culpa del chico nuevo- dijo con su amenazante dedo

-¡Tiene razón!- exclamó Habiba Handal, una árabe hija de Anunitu -El empezó todo- todos empezarón a discutir, en eso, entro iracundo mi hermano (Holy shit)

-¡Te lo dije!- si el caminar de Amy es amenazante, creo que el de Apolo es el doble -Este no es su lugar- su mirada me paralizó -Todos, a la cama, necesito hablar con mi hermano- ordenó, todos se retiraron, Leo no se quería ir, pero, le susurré que yo iba a estar bien, se retiró, cuando todos se fueron, mi hermano me empezó a regañar, dijo que no era su lugar, y, que el no se iba a hacer cargo de sus desastres

-Entonces yo lo haré- dije, me soltó una tremenda bofetada, que hasta moretón me dejo, yo me trague las lágrimas

-Dónde no cambien las cosas, te va ir peor- dijo, recogió sus cosas, y se fue, no sin antes ordenarme que iba a recoger y limpiar todo el salón, me puse un rato una bolsa con hielo, sujetaba la bolsa mientras recogía, en eso, Ava llegó, yo traté de ocultar mi rostro

-Déjame ver- dijo, yo puse resistencia -Déjame ver- insistió, yo revelé mi rostro herido, suspiró, ya me había dicho que les diera una lección, pero, no soy ese tipo de persona -¿Hasta cuando vas a permitir esto?- preguntó, yo me quede callado -Comprendo, siéntate, yo haré el resto-

-Ava, a duras penas puedes cocinar un sándwich y tender tu cama- (sándwich: emparedado) -Yo lo hago-

-Nel, ni verg@s- tienes que reposar- aún así, lavé los trastes y las ollas.

Al terminar, me dirigí a mis aposentos, como Ava aprendió magia riita, curó mi moretón cuando terminó de ayudarme, dormí unas breves cuatro horas, a las tres de la mañana, oí mi teléfono vibrar, lo tomé y contesté

-Bueno- dije entre bostezos

-Emm...Adi, necesitó que vengas, es urgente, trae tú equipo de medicina, o lo que sea, pero ven rápido- dijo Mateo, me apresuré, a la cabaña 1, noté que los otros 5 integrantes se habían dormido en los cuartos extra del palacio central, al llegar al lugar donde duerme Mateo, me lleve una tremenda sorpresa, todo el interior estaba destruido, las hamacas, los espejos, el sofá, las estanterías, caminé con cautela

-¿Adelphos?- escuché un susurro

-¿Si?- contesté tembloroso

-P...Por aquí- dijo ocultándose en una sombra, caminé lentamente hacia él, estaba de cuclillas, por la oscuridad no lo podía ver bien -¡Detente!- exclamó cuando estuve lo suficientemente cerca de él -Antes de continuar, promete que me ayudaras-

-Lo prometo- dije, en eso, se alzó, pero, cambió físicamente, primero, media como dos metros y medio, se había vuelto más robusto, en eso, se dejo ver por la luz de la luna, de cada mano surgía una enorme cuchilla que recordaba a las tenazas del alacrán, de su espalda baja surgía una especie de cola de alacrán, solo que más aterradora, sus colmillos le habían crecido, sus tobillos tenían enormes espolones, sus ojos se parecían a los míos cuando me pasaba a mi lado mórfico, ocultó sus garras sus orejas se alargaron y sus colmillos habían crecido exageradamente, aunque, no lo suficiente como para ser vistos a simple vista, su antebrazo estaba plagado por espinas, y, su torso desnudo dejaba ver la marca que me había ocultado en Chile, era una especie de serpiente, entendí a la primera, retrocedí, pero con su aguijón cerró todas las salidas

-Dijiste que me ayudarías- contestó con una voz más demoniaca, seguía siendo la suya, pero mucho más intimidante y oscura, me tomo del cuello y empezó a asfixiarme mientras gruñía, traté de soltarme, pero, a ver, el con su tremendo brazo y yo con mis tiras de espagueti, bueno, no ayudaba mucho, estaba a punto de asfixiarme cuando reaccionó y me soltó, volvió a su forma normal, después, se arrodillo

-Disculpame...no era mi intención...yo...- su voz se quebró, yo necesitaba tiempo para re-oxigenar mi cerebro, respiraba como loco

-No hay problema- dije cuando me repuse

-Si, si lo hay-

-No, créeme, también soy un mórfico- dije, el se quedo estupefacto, ahora sí, te explico, la marca de la serpiente esta relacionada con el inframundo, ahora debes saber que si yo soy extraño, Mateo es igual de raro que yo, veras, el es hijo de Supay, también conocido como el demonio andino, Supay es el dios inca de los muertos y la representación completa de la maldad, con esto en mente, debes considerar que los 4 hijos de Supay anuales solo están destinados para una cosa, asesinar, y ser los guerreros que extiendan el imperio de su padre malévolo, sin embargo, como aquí nos encanta romper con el destino (créeme que, una vez me pelee con las Nornas por no seguir mi destino), Mateo desarrolló un enorme sentido nacionalista, y por lo tanto, no se dejó influenciar por su padre, cosa que, le molestó mucho pero, no puede hacer nada, debido a la diferencia de campos mágicos (tema de Magia 4, todavía no lo entenderás), y es que Mateo no solo nació con la capacidad de controlar a los muertos, a la tierra, a los huesos o a las almas, sino también nació siendo un mórfico, y solo hay dos cosas que nos venzan, otro mórfico o la conciencia.

Pasamos por un incomodo silencio, tras reacomodar la cabaña, le pregunté

-¿Cuando empezaste con los síntomas?-

-Ya los tenía, desde los 15 años, pero, se han intensificado más- dijo, Mateo es un chico serio, quizás un poco iracundo, pero se veía muy preocupado, pues, uno de los peligros de esta fatal combinación son los constantes impulsos de destrucción y muerte, esto genera una serie de reacciones químico-alquimistas que bloquean áreas del cerebro, como el área encargada de las relaciones afectivas, lo que hace que no sientan resentimiento cuando hieren a un ser querido cuando esta en su estado mórfico, suspiró, en eso, chequé mi libro de alquimia riita

-Ya tengo la cura- dije -Pero...-

-¿Pero qué?- dijo ansioso

-Es, algo difícil de encontrar-

-¡Adelphos solo dime!- Sus pupilas adelgazaron, yo por miedo le arrojé el libro

-Lo siento- dije mientras recogía mi libro (obvio que esta escrito en riita) -Necesito una planta- dije mientras le mostraba la foto

-Se parece al...-

-Al copihue- completé su oración -La principal diferencia son sus pétalos, con una textura visual similar al oro rosa-

-¿Dónde la encuentro?-

-Ahí esta el problema...- paré mi charla, el me lanzó una mirada llena de furia y continúe hablando -Esta en el valle de la luna, es otra diferencia que tiene con el copihue común, el que buscas se llama copihue surca cielos, o, científicamente Lapageria Morfis, llamada así por sus capacidades para calmar los impulsos mórficos, pero, en esa región hay... un centro de entrenamiento macrófago- El suspiró profundo, yo no quería que fuera, era una región muy peligrosa, se puso de pie

-Bien, iré-

-¿Solo?- tomo su rostro con sus dedos en señal de desesperación

-Adelphos, necesito ir solo, no quiero exponer a nadie, además, estaré bien, no quiero herir a alguien en caso de que me vuelva a convertir en monstruo- monstruo no es la palabra que yo ocuparía

-Si pero, es un viaje largo, además, si te pasa algo, o si no la encuentra, o si te pierdes, esa flor es difícil de encontrar y...-

-Estaré bien- yo no me la trague

-No, al menos llévate a un acompañante-

-Pero...-

-¡Pero soy tu madre y me respetas cabr0n!- grité con lagrimas en mis ojos, no me hizo caso, así que lo até al suelo con hiedras

-No me dejaras ir tan fácil ¿verdad?-

-Ni que estuviera p3nd3j0- le contesté, le informé rápido a Apolo sobre la situación, tras reflexionar un rato, él dijo

-Podrías ir con Lucía, ha estado varias veces en Chile y conoce muy bien esos centros de entrenamiento- a regañadientes tuvo que aceptar, eran las seis de la mañana, Lucía aceptó ayudarnos, el viaje aproximadamente duraría unos 5 días a lo mucho, le enseñé a Lucía un poco de magia riita, para que convirtiera a sus dragones en cualquier animal que quisiera, además, les preste a Niebla, para que los ayudara a moverse, metí varios alimentos en dos canastas, una para Mateo y otra para Lucía, entre los alimentos, se encontraban frutos secos, mucha agua, tunas y nopales (plantas mexicanas comestibles con alto contenido de agua) aguamiel divino para curar al instante, galletas, varios puñados de chapulines (ricos en proteínas) y una que otra fruta fresca, las canastas se las llevaron los terrores nocturnos de Lucía, les di un morral lleno de pociones y medicamentos, y, por si urgencias, una bengala muy especial, esta bengala esta hecha con polvo de ángel y pólvora dorada, es una bengala especial para llamarme en caso de emergencia, les di linternas, sogas, brújulas, mapas, en fin, todo lo necesario, también les di una fotografía con la imagen de la flor

-Cuídalos corazón- le dije a mi dragona que iba equipada con bolsos y mantas, Lucía y Mateo entraron, tome las manos frías de Lucía -Cuida a mi retoño corazón, tú que ya estas grande y madura, cuídense hijos míos, por favor-

-Si mamá Adelphos- dijo sarcásticamente Lucía, ambos sonreímos

-Vas mejorando con tus emociones- después, tome las manos de Mateo

-Confía en tus instintos, si bien son destructivos, no quiere decir que sean malos, la pócima te ayudara mucho, pero también necesitas poner esfuerzo en esto, y, por favor, cuida a mija, que es tan inocente- dije sarcásticamente, partieron temprano, siempre que Lucía iba a una de sus misiones, nos tenía cerca, pero ahora, estaba lejos, sin hogar cerca, en este mundo frío y cruel, una parte de mí necesitaba ir con ellos pero, ni modo, solo rezaba a Tlacotzontli, la diosa del camino, para que mis hijos estuvieran bien.

-Sabes que estarán bien, Lucía es ágil y Mateo es fuerte- trató de consolarme Orión, pero, cómo sea, ese día, Apolo logró convencer a las fuerzas del nuevo reino Griego que nos prestaran sus fuerzas, claro que, es un evento formal, y, obvio que, debemos ir bien vestidos, ahora bien, voy a evitar las tres discusiones que tuvimos Hans y yo esta semana (y por discusión me refiero a riña), ¡el muy cbr0n me pide tiempo cuando ya lleva dos semanas!, bien, supongo que a esperar, yo llevaba un traje blanco, con ciertos detalles color champagne, y mi camisa era del color de los detalles, en mi bolsillo de mi pantalón blanco llevaba siempre mi matrioshka y mi pulsera con gemas turquesas, llegamos a Nueva Atenas, ubicada en Nueva York (¿Qué cosas no?), tienes que saber que las actuales capitales neo-arcaicas llevan los prefijos "Nueva", así existen ciudades como "Nueva Roma", "Yankuik Tenochtitlan" (yankuik en náhuatl quiere decir "nuevo") "Nueva Helgö" y así con el resto de antiguas ciudades, siguiendo con el tema, al llegar a la vasta ciudad, varias limosinas nos recogieron, solo fuimos 12, así que, dos en cada limosina, me subí con Hans, suspiré, llevaba un traje azul eléctrico, aunque, a él nunca le gustó vestir de esa forma

-Lamentó haberte jalado de las greñas- dije

-Lamento haber destruido tu báculo- dijó, y si, cuando digo discusión a esto me refiero -Pero debes entender que también nescesito tiempo-

-¡Tiempo! ¡ya llevas dos semanas!- exclamé, estalló de nuevo una pelea, y, como en toda buena pelea, no podemos dejar de usar nuestros poderes (claro que, el no va a hacer estallar el coche y yo no voy a llenar el lugar con adelfas y belladona)

-Disculpen que los interrumpe pero, ya llegamos- dijo el chofer mientras abría la puerta, me avergoncé un poco cuando vio a Hans encima de mi mientras yo lo arañaba con hiedra y rosas, me arreglé el cabello, el su saco y bajamos como si nada, ¡no mames! (ya te dije que significa), al bajar, vi un chingo de fotógrafos y periodistas tomándonos fotos, como si se tratara de la alfombra roja

-¿Qué diablos pasa aquí?- le pregunté a mi hermano

-Solo sonríe, le conté a varios líderes mundiales nuestra labor, y, bueno, digamos que somos héroes- el término me ofendió, yo no soy ningún héroe, digo, al final del día, montamos bestias reptiles que las obligamos a hacer estallar a la gente al olvido, asesinamos a soldados macrófagos que vete tú a saber si tienen familias o hijos, estamos a favor de la guerra, y nuestras acciones son bastante cuestionables, yo jamás me consideraré un héroe, de hecho, las acciones que a veces cometemos nos llevarían al Tártaro si no fuera por que apoyamos a los dioses, y, en esta guerra, no existen bandos buenos ni malos, solo perspectivas, pero, ni modo, a seguir villanizando a los pobres macrófagos, entramos al lugar, un enorme palacio al estilo griego clásico con materiales modernos, como vidrio y hierro, aunque, predominaba el oro, salas y salas y finalmente, la sala de juntas, una enorme mesa de mármol blanco, los pisos y columnas del mismo material estaban alumbrados por enormes ventanales de cristal puro, 12 sillas y una para el regente del reino, me senté en la mía, parecíamos los 12 olímpicos, tras una larga junta, (no te voy a dar muchos detalles por que, bueno, fue bastante aburrida), Apolo logró convencer al regente que nos prestara sus ejércitos, a cambio, el regente nos pidió que, en caso de necesitar apoyo extra, tendríamos que ser de los primeros en ayudar, al final, el regente dijo

-Gracias por venir y también ofrecer sus servicios, les prometo que el mundo los recordara como héroes- yo me alteré y dije por impulso

-En una guerra, no existen bandos buenos ni malos, solo perspectivas- se quedó con cara de a 4, mi hermano me lanzó una mirada cargada de enojo, el señor repuso

-Oh, vaya, tu debes ser de todos el más listo- dijo sonriendo -Cómo sea, pueden retirarse, mañana les daré ciertos documentos y los barcos, pueden hospedarse mientras en el hotel "Partenón" al llegar les darán sus habitaciones- nos fuimos, Apolo me fue regañando todo el camino, pero, no le di mucha importancia, al llegar al hotel, lo único que esperaba era paz, suficiente tenía con el estrés que me dejaron Lucía y Mateo

-Tenias que decir eso enfrente del Regente de todo el Nuevo Reino de Grecia-

-¡Ay no, pues perdóname!- reclamé sarcásticamente

-Podrías contestar bien- estalló otra pelea, al menos, no llegamos a los golpes (a los gritos es otra cosa), que si no contesto bien, que si es muy exigente, que si soy muy toxico, que si es muy cretino, en fin

-¡Solo te exijo que me cuides!- grité

-¡Pues eso es lo que hago!-

-¡Pues no parece!- estaba cansado, estresado, con lágrimas cayendo, simplemente nuestro ego no nos permitía para de gritar, su argumento principal es "siempre empiezas las peleas", mi argumento principal "tú ya no me cuidas", y en fin, así las cosas amigos, cuando trató de hablarle bien siempre me evade, y, esto no es un juego, pero, parece que para él si, después de que una llamada nos interrumpiera sali de la habitación

-¡A donde vas!-

-¡Con Ava!- grité

-¡Bien!, ¡vete! ¡Al cabo que tú solo das miserias!- yo suspiré

-Tú sabes bien que por ti lo daría todo, pero, quizás es tiempo de decirte la verdad, si comparto mi amor ¿por qué no me dejas quedarme? no quiero ser una simple cita de juegos para ti- corrí llorando con Ava, toqué la puerta de su habitación

-¿Puedo pasar?- su compañero de viaje, Orión, no estaba, vio mi llanto

-Claro, pasa- dijo tranquila, me senté en su sillón -Dime ¿Qué ocurre?-

-Amiga tengo el corazón herido, estoy...estoy perdiendo a Hans- me seque las lágrimas, pero, seguían brotando -Lo estoy perdiendo, y no sabes lo mucho que duele-

-Adi, mientras quedé una esperanza, tú tienes que luchar por ese amor, si es la persona de tu vida, no te des nunca por vencido, que vale todo si se lucha por amor-

-Pero, yo no sé que ocurre, ¿será que habrá encontrado a alguien más?- brotaron leves celos -ya no es el mismo, su indiferencia- me recargue en la mesa, mi voz se quebró -la siento por las noches, rechaza mi presencia- ella dijo

-No será que la rutina, también te haya afectado-

-Y yo, ¿yo que puedo hacer?-

-¡Entrega todo!-

-¡Todo se lo di!-

-¡Intenta cualquier cosa!-

-¡No es posible que se pueda querer más!-

-¡Sigue pensando así y lo perderás cbr0n!-

-¿Y si el se va?-

-Lo habrás perdido-

-¿Que me va a quedar?-

-Los recuerdos de ese amor-

-¡Tú consejo no me aleja del dolor!-

-Son cosas del amor- me abrazó fuertemente, yo seguía llorando, escuché la voz de Orión acercarse

-¡Córrele cabr0n, sécate y cálmate!- dijo Ava, yo me escondí en el baño, es que si Orión me ve así me va a preguntar que ocurre, y a el, a el no le puedo mentir, además, mi hermano es super protector y celoso, imagínate el lío que armaría si le cuento todo, no, no, no, no, no, olvídalo, abrí un portal y me dirigí a mi habitación, Hans ya no estaba, supongo que salió a tomar aire fresco.

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