Wikia Cómo Entrenar a tu Dragón Fanon
Advertisement

Lucía y Mateo llegaron de su agitado viaje, la costa estaba siendo iluminada por los primeros rayos del sol, todo bien, hasta que, bueno, vimos que estaban siendo perseguidos por macrófagos, una flota entera para dos tipos, active la caracola gigante, en cuestión de segundos, Orión y Astrid Mielkuté, una chica de Lituania, hija de Skadi, llegaron, ella hizo brotar unas enormes espigas de hielo, mi hermano por su parte, mi hermano genero enormes látigos eléctricos, Niebla se derrumbo en la costa, Lucía y Mateo no venían en las mejores condiciones, Lucía se hizo un nuevo repertorio de cicatrices, Mateo venía sangrando, Alanna Brunner, hija de la diosa celta Brigid y de origen suizo llego para curar a Mateo mientras yo curaba a Lucía, en el momento que las flotas empezaron a desembarcar, llego Isis y Apolo, ella lanzó varias bombas con fosforo lila, el destruyó rápidamente a los soldados con ráfagas ígneas, sin embargo, unos cañones de la tropa habían destruido varias partes de las cabañas, así que, bueno, a remodelar, pero primero, el problema de Mateo, ahora bien, este copihue es venenoso, para activar sus propiedades medicinales se tiene que hacer un ritual científico-mágico, preferentemente, en un lugar oscuro y húmedo, dibuje con gis varias líneas alquimistas, aprovechando que Mateo seguía dormido, Ava, Alexandra, Isis, Geraldine, Liselot y yo nos colocamos en los seis discos, al recitar los conjuros, flotábamos, las líneas brillaron en un color palo de rosa, el copihue soltaba esporas color blanco, finalmente, le salieron manchas blancas, significa que esta listo para su DESTILACIÓN y su FILTRACIÓN, tras pasar por estos métodos de separación, la forma de consumirlo no es oral, si no, por inyección, ahora, viene lo complicado, se debe de inyectar cuando nuestro sujeto este en su estado mórfico, inducirlo para que salga no es buena idea, así que, tuvimos que esperar hasta que salieran los síntomas, o sea, a medianoche, habíamos construido una especie de quirófano especial y una recamara especial para que Mateo no causara tantos destrozos, en el turno de Julieta se dio la alarma, ella inmediatamente preparo todo, mis amigas y Geraldine fuimos las primeras en entrar, Lucía, Ares y Orión nos ayudaron a atarlo en una camilla especial, para evitar que se moviera al momento de recibir la inyección, yo tome la jeringa, mis amigas tomaron los sahumerios y pusieron el romero y la melisa a desprender su humo, pues, tienen capacidades relajantes, al momento de inyectar al copihue, las cosas empeoraron, pues, su estado mórfico no paraba y las correas de cuero se empezaban a desgastar

-Pero se supone que los inmunes al copihue surca cielos son los de ascendencia berserker y...-

-macrófaga- dije atónito, recité un conjuro en riita, este es ocupado para hacer que el copihue actué con más fuerza, y para que el tipo de sangre no sea un bloqueo del efecto, por fin paro, se desplomo en el suelo, nosotras nos quedamos, bueno, no con la mejor cara

-¿Ya es todo?- preguntó Julieta

-Bueno, en sí la condición mórfica no tiene cura, pero, al menos sus instintos solo saldrán con un estimulo, así que, si, es todo- dije

-¿Estará bien?- preguntó Lucía, demasiado preocupada como para ser ella

-Si, lo estará, bueno, quizás los próximos dos días este irritable y con dolor de cabeza, pero, se repondrá-

-Bien, ¿ya nos podemos ir a dormir?- preguntó como niña chiquita Alexandra

-Si, ya pueden ir a descansar- Me pare a las 6 de la mañana, ¡oops!, pero, hay muchas cosas que hacer, lavar las ropas, recolectar las plantas, hacer la comida, en fin, un chingo, en mis aposentos, durmieron varias personas, pues, los cañonazos destruyeron las cabañas donde dormían, cuando Mateo despertó, entró en crisis existencial cuando le informé que tenia ascendencia macrófaga, a las 8 de la mañana, Apolo, Ares y Brisa Nogales, la hija de Ayauhteótl, me llamarón para discutir una técnica de defensa, aparte de construir una fortaleza que rodeara una mini-ciudad con su bastión, también rodear a ese lugar con ayuda de un campo de niebla (campo de niebla: en magia y cienciocultismo es un campo de fuerza para evitar que mortales, ataques o monstruos impacten contra un lugar u objeto, por lo general, funciona camuflando al lugar y dar el aspecto que no existe nada, en caso de ser detectado, sigue sin revelar su interior más que a los ojos de los semidioses y seres aceptados en el lugar), claro que, podríamos pedírselo a Hécate o Malinalxóchitl, pero, debido a la homogenización cultural, sus poderes se han reducido, sin embargo, los riitas teníamos una máquina para generar niebla, ya estaba aceptada por Hécate, así que, problema resuelto, con un poquito de suerte y la encontramos en buenas condiciones, tomé mis cosas y partimos a mi hogar natal, debido a la complejidad de la tarea, gran parte de la tribu fue, destacamos a Ava y Alexandra, las aprendices de magia riita, a Geraldine Dubois, hija de Kapo, diosa hawaiana de la magia, Brisa Nogales, también hechicera, Isabel y Mariano, los dragonólogos del lugar, Francisco, Mateo, Lucía (que tenía ganas de conocer mi pueblo) Xiang Zhaó, china hija de Matsu, Abasi Mohamed, hijo de Horus, Akinis Saidi, hijo de Ra, a Erick, y Harald Vasiliev, hijo de Njörd, (lo curioso es que es de Bielorrusia), partimos a mi hogar

Al llegar, el lugar se puso triste, mis defensas cayeron al recorrer el lugar, la tristeza me invadió mientras recorría las avenidas del lugar, recordaba esa calle empedrada, la misma por la que escape, recordaba la gente gritar, a los bebes llorar y el olor a desesperación y terror no habían abandonado las calles, las casas destruidas y los cadáveres de la gente que hace tanto tiempo se fue seguían tintando con sus lagrimas y su sangre las pocas paredes que no fueron consumidas por el fuego, la hiedra nocturna iluminaba los recuerdos de mi infancia que tanta tristeza me traían, el día nublado dejaba ver esa mística luna que siempre nos alumbraba y a la vez, paseaba de la misma forma que lo hacia cuando era niño, me perdía en las grietas de las calles, Ava me preguntó si recordaba donde estaba la máquina, yo, recuerdo perfectamente donde estaba cada cosa, Lucía me preguntó si estaba perdido, yo le contesté que solo estaba deambulando, los recuerdos siguen tan frescos, cada risa, cada lagrima, cada rostro, cada libro, solo daba una vuelta por mi pueblo natal, ese día, el gobierno no pudo activar el campo de niebla, por que le hacía falta una pieza, una gema de esmeralda, vaya ¿no?, el clima húmedo y frío me gustaba, pero, ahora, solo traía más nostalgia, entre tanto caminar y el aire pesado y opaco por las hojas, llegamos a la costa, y ahí estaba, mi hogar, el impacto fue tan fuerte, una lágrima recorrió mi rostro, mis hermanos mayores y yo nos arrodillamos en señal de respeto, al pararme, tomé la mano de Orión

-Demuestra que no vamos a quedarnos parados, demuestra que estamos unidos, demuestra que no vamos a permitirlo, demuestra que no vamos a quedarnos parados, demuestra que estamos unidos- dije, el apretó fuertemente su puño izquierdo mientras me abrazaba -Dando una vuelta por aquí y los recuerdos siguen tan frescos, de las personas que algún día ame, y ahora, ahora solo queda recordar y llorar por nuestro mundo perdido- estallé en lágrimas, un fuerte viento barrió el lugar, pasó un tiempo relativamente corto

-Hay que continuar- dijo secándose las lágrimas Apolo

-Ustedes vayan, yo... yo me quiero quedar un rato más- dije

-Bien- contestó, no sin antes darme un abrazo, caminé por la oscura playa, y llegué a mi casa, seguía las caracolas y el guijarro hasta llegar, la casa parecía una clásica casa griega, solo que, con las ventanas mucho más grandes y ventanales y balcones interiores con pilares, en el centro, una fuente de agua fresca, bueno, ahora tintada por la ceniza, grandes partes del techo estaban destruidas por el fuego, y los pilares de ornamentación fueron destruidos, la hiedra luminiscente no aportaba mucha luz, con magia prendí las antorchas, sabía que no iban a encontrar la maquina en un día, así que, a esperar, sabíamos los riitas que ya era de noche por que las estrellas se asomaban, finalmente, el único momento en que teníamos luz solar eran a las seis de la tarde, justo cuando se ponía.

-No recordaba esa fuente- volteé, era Orión, y mis amigas

-Oh, hola- dije un poco melancólico, sorbí mi nariz, Ava me tomo de las manos

-No pasa nada, aquí estamos- me dijo Ava, Orión trataba de disimular su rabia, pero sabia que estaba furioso por dentro, seguí caminando hasta salir a la playa, y en eso, antes de que el sol se fuera, noté que, en el lugar donde mi madre había muerto, no estaba su cadáver, más bien había

-Alcatraces- dije mientras me tapaba la boca, las lagrimas me brotaban, los alcatraces como le encantaban a mi mamá, eran sus flores favoritas

-Justo cuando éramos- La expresión de Orión se torno más agresiva

-Cuando éramos niños- lo abrasé fuertemente -Solo, déjame llorar por los que se han ideo, déjame recordar a mi infancia, ¡cuando éramos niños!, ¡cuando! ¡cuando!...cuando éramos felices, cuando nos volvía tan locos la idea de envejecer, ¡me vuelve tan loco la idea de envejecer, me hace imprudente!- me calmé un poco -era justo como un sueño-

-Era como un juego-

-Cuando éramos niños- el viento se hizo más fuerte y barría algunas hojas que traía desde el bosque, mis amigas me abrazaron también, las olas rugían mientras volvían a tragarse al sol, pero esta vez, las estrellas nos hicieron compañía, Orión fue de cacería, solíamos consumir ciervo y carne de res, pero, no creo que sería muy buena idea ir a los altos valles solo, yo fui preparando el fuego de la cocina, con mucha magia lo logré, limpie las superficies se limpiaron y piqué la verdura, en eso, Alexandra preguntó por una bola de estambre, tenía una especie de collar

-Je, era Flofi-

-¿Flofi?-

-Cuando era pequeño, soñaba con tener un gato, pero a mi mamá jamás le gustaron los gatos, así que, imaginaba que ese era mi gato- Alexandra rio un poco, Ava estalló en carcajadas

-Cállate pendejA que tu solías decir invécila- Alexandra estalló en carcajadas

-Si recuerdo eso- en cuestión de unas cuantas horas, llego Orión con dos ciervos, uno lo venia cargando, el otro lo manipulaba con magia riita, ya venia la carne lista para ser preparada, al juzgar por las cuchilladas, parece que mi hermano descargó toda su ira en los animales, se dirigió a su cuarto, yo empecé a preparar la comida, también me trajo un pollo, tras cocer las carnes, puse a hervir el ave, después, invoque tomates, chiles cuaresmeños, cebolla y ajo, tras preparar la salsa y el pollo, y con ayuda de un portal, traje tortillas, el sartén calentaba al aceite cuando

-¡ENCHILADAS!- exclamó Ava, yo reí un poco, ella se las zambutió, no tenían crema ni queso pero, para que las volviera a probar

-Te salen igualitas que a tu mamá- también le serví a Alexandra, Orión no tenía hambre, así que, me comí las suyas, mis hermanos llegaron por eso de las 10 de la noche, yo purifique el agua, barrí la instancia e hice lo que pude

-¿Cómo les fue?- les pregunté

-Maso- dijo Apolo

-¿Por?-

-La maquina esta repartida por toda la isla, por suerte, encontramos los planos, sin embargo, encontrar cada pieza va a ser difícil-

-¿Vas a llamar a Quiang Ganbold?- (un chico de Mongolia, hijo de Chi You, dios del metal y la guerra)

-Lo más probable, dile a Akinis que monte su dragón y traiga a Quiang- tras esto, Akinis montó su Nadder Mortífero y partió después de cenar, mi cuarto estaba ya ocupado por Ava, Alexandra, Isabel y Geraldine, así que dormí con Orión y Lucía, los dragones trajeron mantas y colchonetas, aunque, eran pocas y realmente, se quedaron en los otros cuartos, Orión durmió en una hamaca y Lucía, bueno, me pregunto si ella duerme, como sea, cualquier lugar para ella es cómodo, por mi parte, me acosté en la antigua cama de Orión, el techo estaba destruido, salvo por unas partes donde decidimos dormir, entre los huecos veía las estrellas cobijarme, Orión se entretuvo arrojando su cuchillo a la pared y trayéndolo de vuelta con magia, Lucía se poso arriba de la pared destruida mientras observaba el paisaje, yo me quedaba viendo las estrellas, entre su coraje, Orión se durmió, Lucía y yo nos quedamos despiertos

-¿Y?- dijo ella

-¿Y que?- pregunté

-¿Cómo estas?- yo le fruncí el ceño

-Ahora resulta que te preocupas por mí-

-Hay vamos, estoy tratando de ser amable, ¿Cómo te sientes?- forzó una sonrisa -¿Cómo te sientes?- dijo entre dientes

-Mal- dije volteando al otro lado

-Vamos, dime más- suspiré, supongo que, confié en ella

-Yo solo quería vivir, aprendí a correr, aprendí a volar, cuando camino por las calles donde crecí, solo puedo recordar a mi niñez, pero todo eso fue hace tanto tiempo, se que no soy el único que le ha pegado duro la vida, pero, a veces solo siento que lo peor esta destinado a mí, ojalá algún día, pueda ver al cielo, y no solo al suelo, siento que mi vida pasa como una flecha, y lo único que puedo hacer es mirar y llorar- volví a las lagrimas -Extraño el aire, extraño a mis amigos, extraño a mi mamá, extraño cuando la vida era una bella fiesta que gozar, pero eso, eso fue hace un millón de años-

-¿¡A mí me la venís a contar!? A los 14 me tuve que prostituir para alimentarnos a mí hermano y a mí, así que se bien la mierda que es el mundo- mi rostro cambio, el suyo igual -¿Arruine el momento?-

-¡SI!- me volteé e hice caso omiso a su existencia, finalmente dormí

El día siguiente, (bueno, realmente, noche), despertamos por eso de las 7 de la mañana, ¿Cómo lo se? simple, aves, el azulejo astral y los petirrojos penumbra siempre cantan a la misma hora que "sale el sol" las estrellas ya no estaban y el paisaje se veía como una especie de campo eclipsado, desayunamos con Quiang, y nos pusimos a buscar, nos repartimos en grupos, mi hermano y mi amiga buscamos en las áreas salvajes, en eso llegamos a una caverna, yo suspiré, mi hermano soltó un gruñido

-¿Esta es la caverna donde...?- dijo Lucía sin completar su oración

-Si querida, aquí es- entramos, aunque, Orión a regañadientes, en eso, una figura nos atacó, lanzó un hechizo de encapsulamiento, capturando a Lucía y Orión, yo desenrollé mi arco

-Vaya, vaya, por fin te veo de vuelta- respondió un chico, tenía la misma edad que yo, solo que más alto y más atlético, sus ojos eran igual de verdes que los míos (sin el efecto nebulosa), su pelo era negro, vestía una sudadera negra con una runa rodeada por una anillo de más runas, traía jeans azules y tenis blancos

-¿Quién eres?- pregunté

-¿No me recuerdas?- su mirada cargada de odio me recordó a un sujeto, tenia yo entonces apenas 12 años, recordé a las sirenas gritar mientras Sebastián y yo huíamos, entonces, un soldado macrófago le disparo en la pierna a mi amigo, antes de dispararle a la cabeza, yo le dispare una flecha al soldado, su armadura hubiera aguantado la herida si no fuera por que la flecha estaba cargada con ácido fluorhídrico, ese día aprendí que si yo no eliminaba a los macrófagos, ellos me eliminarían a mi y a las personas que amo, deduje que el era su hermano

-¡El empezó todo!- grité

-¡El no merecía morir!-

-¡¿Y crees que Sebastián si?!-

-¡Preferiría eso!- lanzó un hechizo ígneo que me derrumbo -Ahora tu sentirás mi ira- me tomo del cuello, pero antes de clavarme su espada, lo rocié con polvo venenoso, por su parte, el tomo una poción de antiveneno y siguió

-Ni creas que voy a permitir que esta oportunidad se escape- grito, yo esquive varios hechizos en eso repitió "levitate" con su mano me alzó por los aires para más tarde arrojarme al suelo, lancé un grito de terror, por suerte creé un escudo, el lanzó una especie de hechizo que me hizo sentir un horrible dolor en la cabeza que me hizo gritar, aun con la migraña, logre esquivar varios rayos mágicos, Lucía y Orión lograron zafarse de las cadenas mágicas -¡Ni se les ocurra ayudarlo!- gritó lanzando un hechizo de sueño a Lucía y Orión volvió a ser atado por las cadenas mágicas,

-¿Crees que yo lo quería matar?-

-Es muy tarde para pedir perdón, tu sangre calmara mi ira- poderosas ondas atacaron no solo a mi, si no a mi hermano y a Lucía que a duras penas se reponía del hechizo, yo empecé a actuar

-Galletas y un cuento de la caperucita roja, solía contarnos eso nuestra madre antes de dormir, corre caperucita, corre y no pares de correr, que el lobo quiere tu cabeza, mi madre me amaba mucho, hasta que ustedes llegaron, corre Adelphos, corre y no pares de corres, que si no matas a los macrófagos ellos te matan a ti, ¡oh pequeño mago sin nombre!, ¿Crees tener lo suficiente para seguir?, tu hermano murió por retarme, corre niño, corre y no pares de correr, que solo soy así cuando la vida de ellos en peligro esta- la hiedra empezó a enredarse en el, pero, una explosión de energía mágica que creo mientras repetía su nombre (que era Zach) me hizo chocar contra la pared de la caverna, otro ataque reabrió mi cicatriz del corazón, rasgo un poco de mi corazón de copal, a pesar de que la sangre era dorada y luminosa, no podía hacer nada, caí bajo los pies de Orión, y, antes de que Zach me clavara la espada, Orión logró romper las cadenas, Lucía (que ya se repuso) me dio una poción de curación, Orión, cargado por la furia, logró darle una buena paliza eléctrica, de la caverna brotó un enorme manantial de agua salada, que, al combinarse con la electricidad de mi hermano, atacaban fuertemente a Zach, finalmente, invocó una ráfaga de aire que lo arrojo al otro extremo del lugar, el chico se teletransportó.

Agitado por el calor de la batalla, mi hermano se retiro, yo y Lucía nos quedamos a seguir buscando

-Tienes un lindo hermano- comentó

-¿Y los tuyos?- pregunté, ella se quedo en silencio, con una mirada perdida

-Desde 2016 no veo a mis hermanos. Carlos será medio pelotudo, pero es grande y quiero creer, sabe arreglárselas solo, aunque conociéndolo, se debe haber vuelto una ovejita que no dice ni mu por temor a la represión de los Macrófagos, pero en cambio, Lucas, cuando lo abandone en ese orfanato todavía era chico. Ocho casi nueve años. Ruego a Dios que le haya tocado una buena familia, que lo quiera y cuide, pero no sé. Si le pasó algo malo, nunca me lo perdonaré, pero, ¿Qué pensaría si ve en lo que me convertí? Lo abandone diciendo que en el concurso en que papá y mamá nos habían inscripto, él había pasado a semi-finales, y que por eso iría con los otros chicos a ese edificio. Le mentí diciendo que yo iría con papá y mamá a ver en televisión como ganaba, y por último, le dije que cada vez estábamos más cerca del millón de pesos- yo le lancé una mirada iracunda.

-¿Y no se te pudo ocurrir algo mejor?- empecé a sentir angustia por sus hermanos (ya sabes como soy)

-Oh, pues perdóname ¿no?-

-Hay que ir al orfanato-

-No, ni en sueños- yo me detuve para verla fijamente en los ojos, leí sus pensamientos

-¿Tienes miedo, verdad?- pregunte

-Yo no se que es eso, yo solo se que lo causo- yo arqueé una ceja, ella suspiro -Vaya, con que esto es sentir miedo- aparto su mirada, yo hice que volteara su rostro con mis manos

-Yo también ruego que le haya tocado una buena familia, y ojala lo haya hecho, pero, ¿y si no?, tú eres una mortal capaz de ver atreves de la niebla, y el, lo más probable es que también, no sabemos si lo están acechando los monstruos o los macrófagos, y se muy bien que te causa miedo el hecho de que tu hermano te vea como una asesina serial, eso, es muy racional, pero, hay veces, en que la decisión correcta no es la más fácil, debes aceptar que ya no eres una sombra, si bien no sabemos nada de ellos, todavía tienes un legado que defender ¿vas a dejar que los macrófagos los capturen?- se quedo mirando el suelo, luchando contra mis ojos que evocan recuerdos -Piénsalo mija- seguimos buscando, al fin, encontramos una pieza de la maquina

-¿La sabes armar?-

-Emmm... digamos que estudié un poco, si bien ayudaré, creo que lo mejor sería dejárselos a los semidioses de la forja y el metal- contesté, hice levitar el trozo con magia y nos fuimos, al llegar a la casa, encontramos a mis hermanos, fuimos los penúltimos en llegar, sin embargo, el último en llegar fue Deo, Isabel y Mariano, que llegaron con las manos vacías

-¿Cuantas piezas faltan?- le pregunte a Apolo

-Contando la que no trajo Deo, unas 3, pero, ya es algo noche- dijo, yo me sentía de la chingada (es decir, muy mal) entonces note a Mateo, serio, distante y alterado, como si el hecho de ser mórfico hijo de Supay no fuera suficiente, todavía era macrófago, todavía puedo escuchar sus pensamientos de duda y auto destrucción, y su cuestionamiento "¿De verdad pertenezco a este equipo?" yo preparé algo especial, cuando todos se fueron a dormir, me senté en el acantilado Miraestrellas, el más alto de nuestros riscos, y lo llamé telepáticamente

-Espera hasta que seas anunciado- le recité en voz alta, un símbolo alquímico luminoso se puso debajo de mí, las hojas caídas empezaron a flotar -todavía no perdimos todas nuestras gracias, los sabuesos permanecerán encadenados, mira con atención a la naturaleza del lugar, y ella hará el llamado- podía escuchar sus pasos atravesar el bosque desde muy lejos, mientras seguía mi voz que repetía "Hará el llamado", finalmente, cuando me encontró le dije sin voltearlo a ver -Llama a todas las damas, todas son distintas, cientos de tradiciones en sus seres, cientos de nacionalidades en ellas, ahora llama a los chicos, igual de distintos pero, todos tiene en su interior ese aire de libertad, como la luna, la luna que tanto amamos- el no entendió mi metáfora, yo suspiré -Mira, todos bailamos como si nada alrededor de nuestras mentiras, tratamos de ocultar la verdad, pero, al momento de hacerlo, nos ponemos una venda que no nos permite ver más allá de nuestro potencial- lo tome de los brazos y nos tiramos del acantilado, el dio un grito, pero, Niebla nos recogió, en eso, con base en un hechizo de recuerdos, invoque una enorme llama, esta cubrió la ciudad y la recreó, tal y como era antes, pero, solo era un holograma, el se quedo boquiabierto mientras recorríamos los callejones y las avenidas -Vivimos en ciudades que nunca verás en pantalla, no es muy lindo pero nosotros sabemos como ser libres, estoy viviendo en las ruinas del palacio de mis sueños, y sabes que estamos en el mismo equipo- dimos una vuelta por la glorieta del dragón -Estoy harta de que me digan "levanta las manos" Así que, ¡que las tomen!-

Nos internamos por la biblioteca reconstruida gracias al holograma del hechizo, cruzamos el palacio de la corte, y finalmente llegamos a una torre, ahí, desmontamos y le dije -Parece que todas las copas se rompieron, hay fragmentos de soldados bajo nuestros pies, pero no fue nuestra culpa, aunque debemos continuar esta lucha, porque lo que quiere este palacio es libertad- comenté haciendo referencia no solo al Palacio de Ri, si no también al Palacio de Moneda, seguimos recorriendo la ciudad -Vivimos en ciudades que están cansadas de esperar, no es muy lindo pero, se hace el intento de sobrevivir, vivimos en lugares destrozados y sabes que estamos en el mismo equipo por eso-

Al llegar por el tren que conectaba con los valles centrales dije -Estoy harto de que me digan "levanta las manos" Así que, ¡que las tomen!- el río un poco y repitió -Estoy harto de que me digan "levanta las manos" Así que, ¡que las tomen!- bajamos por el rio y de ahí nos internamos por el acueducto -Vivimos en ciudades que nunca verás en pantalla, están desmoronadas pero aun así luchan por ser libres, vivimos recordando los momentos dorados que algún día llegamos a probar, y por eso, sabes que estamos en el mismo equipo- cruzamos hasta llegar al acantilado, ahí, lo tomé de las manos -Estamos en el mismo equipo, y sabes que estamos en el mismo equipo, estamos en el mismo equipo, y lo sabes, y lo sabes y lo sabes- hice una pausa -¿Qué dice tu mente?- el suspiró

-Que no es correcto, que, yo no sirvo mas que para destruir-

-¿Y que dice tú corazón?- dije, un silencio nos envolvió

-Que debo seguir luchando, no por la patria macrófaga, por la de Chile- yo reí un poco

-Ahí tienes la respuesta, no se por que tanto drama- dicho esto, lo abrace -Ya te dije que debes confiar más en tus instintos, mientras sigas luchando por la libertad, siempre serás recibido en nuestras tierras, sin importar si eres mórfico, chileno o macrófago- dije dulcemente, nos retiramos a dormir, caí como piedra (es decir, que me dormí muy rápido y con el sueño muy pesado).

Nos despertamos al día (noche) siguiente, las estrellas se esfumaron y el mismo amanecer eclipsado nos despertó, mis hermanos ya se despertaron, por eso acabé el desayuno a tiempo, cuando terminaron de reposar, estaba dispuesto a partir cuando un campo de niebla me detuvo

-¡Auch!- exclamé por el tremendo golpe que me di en el campo de fuerza

-No puedes ir esta vez-me dijo Orión mientras lo atravesaba como si nada, necesitaban una llave para cruzarlo de esa forma, en eso, vi que todos tenían una gema (sketa), veras, no es que hemos terminado de construir la máquina, lo que pasa es que los riitas podemos crear campos de niebla relativamente pequeños y con una duración de 24 horas

-¡¿Pero por que chingados no puedo ir?!- el atravesó de nuevo el campo

-Mientras este suelto ese mago psicópata hijo de Hécate no puedes salir-

-¡Orión!¿volvemos a lo mismo? ¡He librado peores batallas que esta!- dije, pero, el me ignoro y simplemente se fueron, si crees que me voy a quedar con los brazos cruzados pues déjame decirte que... tienes toda la razón, termine de preparar la comida y limpiar, después, busqué en mi libro de hechizos una forma de roer la niebla, sin embargo, no funcionaba (necesito una vara para lograrlo y eso, con mucho esfuerzo, además, tardaría mediodía lograrlo con técnicas riitas y 4 meses con técnicas normales), en eso, fui al cuarto de mamá, un arete con una preciosa morganita fue mi boleto de salida, ahora, un pelo de Orión, lo encontré en la hamaca, mezclé las escancias y el arete de mamá brillo, ya tenia mi pase de ida, logré cruzar el lugar

-¡SI! ¡A huevo!- exclamé, corrí al campo de batalla, solo para ver a Zach tomando ventaja con sus habilidades mágicas, en eso, me vio

-¡Tú!- yo reí un poco

-Creo que no nos presentamos bien, soy Adelphos Lotuseed ¿y tú?-

-Zach Alabaster- gruñó y se puso en defensa, yo empecé con un verso para confundir a medio mundo

-En algún lugar del mundo, hay un padre y una madre, y el padre es hijo de una madre, la madre tiene una hija que se casa con el hermano de una madre y así todos intentan reproducirse- en eso, un grupo de soldados mágicos aparecieron, al igual que seis clones de mi, el me reclamó por su hermano, aunque, recuerdo que no fue mi primera victima, que lo había transformado en algo, pero, no recuerdo en que, en fin, yo le contesté -Mira, así es como funciona la guerra, nunca termina hasta acabar y empezar otra vez- destruyo rápidamente mis clones

-Me esperaba más de un riita-

-Apenas vamos calentando cariño, además, debes saber que solo me pongo así cuando ellos están en peligro- dije señalando a mis amigos que estaban atados por cadenas mágicas, en eso, de mi morral, salieron varias cartas con un alacrán cósmico dibujado en ellas, y la palabra "escorpio" al arrojarlas, un grupo de enormes escorpiones se alzaron de la tierra -Todos siguen jugando con sus pulgares, pero, realmente, solo somos marionetas de esta guerra, así que, así funcionan las cosas ¿yo que puedo hacer?- el lanzó varios rayos, invoqué mi escudo, un buen golpe me hizo recordar en que convertí a su hermano, bueno, es difícil de explicar, en si el soldado tuvo un caso de colapso de alma, pero, sus cenizas fueron convertidas en una espada que quedo atrapada en el Tártaro, espero que hayas entendido, se arrojo contra mi, me lleve unas buenas heridas, mis ojos se tornaron amarillos y luminosos, mis ropas en una toga riita color vino oscuro y se degradaba al dorado pasando por el rojo

-Y, si te digiera, que tu hermano, de una manera u otra, estuviera vivo-

-¡Ellos dijeron que estaba muerto! ¡que tú lo mataste!-

-No creas todo lo que te dicen, déjalo ir por tu oído izquierdo y derecho, no marches al ritmo de los tambores, no seas como la gente que juega con sus pulgares- dicho esto, yo lancé una explosión mágica, de la tierra brotaron gemas con el mismo degradado que mi toga, se agruparon en círculos y formaron redes que capturaron a los soldados, lance varias cartas que rompieron las cadenas mágicas de mis amigos, pero, antes de dar otro movimiento, el me volvió a hacer levitar, nos alzamos por los aires, su mirada me hizo temblar, pero actué más rápido que el y le di una buena patada en, bueno, ya sabes donde, caímos, pero, recordé un flashback cuando tenía seis años, recuerdo que, mi hermano y yo rescatamos a una fosmoon bebe atada en una red, lancé un chiflido, en eso, una vibrante dragona me recogió, Zach se repuso y atacó con varios rayos letales, pero Orión controlo una corriente área que lo derrumbo, cayó, pero a poca altura, (te parece unos 2 metros), el joven se teletransporto, Orión me frunció el ceño, yo puse los ojos en blanco y seguí repartiendo hechizos, al terminar la batalla, recuperamos otra pieza de la maquina, y, Deo encontró hoy la suya, así que, solo nos faltaba una, sin embargo, yo tenía que hacer algo más, mi hermano estaba molesto por haberle desobedecido (bueno, pus, ¿Qué chingados se cree? yo soy mayor que él) así que, fui donde suele pasar sus ratos cuando esta así de molesto.

Las estrellas nos volvieron a cubrir en esa primer noche de julio, el viento era salado y húmedo, debido a la cercanía del risco con el mar, salí del elevado bosque para encontrarlo en la punta del despeñadero, lo vi arrojando rocas a la nada, me acerqué lentamente, el me sintió a la primera

-Te pedí que no salieras- me dijo con el hervor en la garganta, yo resoplé un poco

-Ja, claro, ¿y dejarte a ti solo con ese sujeto mágico?- se puso de pie

-¡Sabes que es mi deber protegerte!- me gritó

-Y sabes que el mío es el mismo- un flashback cruzó por sus ojos, yo lo tome del rostro -Ya veo el temor en tu mirada, pero escúchame bien, no puedes aferrarte al pasado por siempre, hay veces, que debes dejarlo ir, incluso...- me sorbí la nariz, mis pupilas se inundaron -incluso si es la cosa que más amas- el sujetó fuertemente mi muñeca

-¡PERO NO QUIERO!- gritó, pude ver sus lágrimas caer, el aire se tensó -¡No quiero que te pase lo que le paso a mamá! ¡No quiero perder a alguien más! ¡¿Qué no lo entiendes?! yo...yo...yo no quiero estar solo otra vez- tomé sus manos, transmitían una sensación eléctrica -No quiero fallar, no quiero desvanecerme en el olvido-

-Pero, jamás estuviste solo, siempre estuvimos juntos, pero separados, si no ¿Cómo chingados nos volvimos a encontrar? ¿Crees que es obra de los dioses?- suspiré profundo -Se que tu única intención es cuidarme, pero debes entender que somos participes de una guerra, jamás estaremos a salvo, soy muy consciente de eso, por lo tanto, no vale la pena refugiar a los que más amas si no hay donde Orión, ya te lo dije, yo cuidare de ti a si como tú cuidas de mi, y aún así si yo lograra morir...-

-Adi, no digas eso-

-Aún así si yo no lograra revivir, mi alma siempre los va a acompañar, junto con mamá y papá- nos abrazamos -Aún así me bañaran en las aguas del río Leto, o me condenaran al Tártaro, o no pudiera salir de Xibalba, jamás te dejaré, y jamás te olvidare, siempre estaremos unidos, desde que nasciste, siempre seremos hermanos, sin importar que- quedamos un buen rato así, hasta que recaí que tengo 16 y soy más pequeño que mi hermano de 15, en fin, la hipotenusa de la vida (hipotenusa: por no decir hipocresía) se sorbió la nariz

-No le digas a nadie-

-Para nada- dije sonriente, ese fue el último día, terminamos de encontrar las piezas de la máquina, y recogí a Flofi, en eso, encontré bajo la cama de mamá un libro de hechizos riita, me lo llevé, finalmente, las 8 piezas se reunieron, ahora, a activar la maquina, pero, eso ya para mañana.

Advertisement